Tú tampoco te salvas. Aquí no hay semáforos, ni rotondas, ni ningún stop... nada que nos advierte antes de tener un accidente. La cuestión es llevar siempre los ojos abiertos para intentar ver más allá de las verdades y las mentiras, de las personas. Traspasar la ropa, la piel, alcanzar la memoria, los pensamientos y cuando creas que no hay nada más, que todo parece oscuro, que llegas al final, podrás ver los recuerdos. Si ya lo habréis oído todos... El típico flash back que te somete en otro mundo. Que cierras los ojos y que por unos momentos te dejas llevar por el recuerdo, por la imaginación. Entonces es cuando los vuelves abrir y te chocas con la cruda realidad.. Que ya puedes llevar salvavidas... que aquí, nadie se salva.
viernes, 23 de enero de 2009
Tú tampoco te salvas. Aquí no hay semáforos, ni rotondas, ni ningún stop... nada que nos advierte antes de tener un accidente. La cuestión es llevar siempre los ojos abiertos para intentar ver más allá de las verdades y las mentiras, de las personas. Traspasar la ropa, la piel, alcanzar la memoria, los pensamientos y cuando creas que no hay nada más, que todo parece oscuro, que llegas al final, podrás ver los recuerdos. Si ya lo habréis oído todos... El típico flash back que te somete en otro mundo. Que cierras los ojos y que por unos momentos te dejas llevar por el recuerdo, por la imaginación. Entonces es cuando los vuelves abrir y te chocas con la cruda realidad.. Que ya puedes llevar salvavidas... que aquí, nadie se salva.
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