lunes, 11 de mayo de 2009

esta eres tú

Eres miel. Eres sabiduría. Eres felicidad. Eres todo lo que viviste y algún día vivirás. Estás formada por cada recuerdo nuestro, por cada llamada. Por cada mensaje que recibiste y lloraste al instante después de leerlo. Eres fugaz. Estás; ya no estás. Igual que un intermitente. Igual que un vaivén instantáneo o como las gotas que caen repetitivamente en la bañera y hacen vibrar el agua. Estás sonriendo. Me gustaría que pensaras en mí, en nosotros. Tus labios me informan de tu felicidad. Estás sola, pero aún así eres feliz, se te nota en la cara. Yo te sigo observando desde este diminuto agujero. Adoro verte. ¡Eres tan curiosa! ¡Tan guapa, maravillosa! De repente te paras a mirarte en el espejo. Lo tocas. Te llevas la mano en las mejillas y cierras un poquito los ojos, como si vieras algo extraño en ti. Ojalá supiera el qué, ojalá supiera el cómo y el por qué de la maldita lágrima que veo como cae acariciando tu rostro.

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